domingo, 26 de mayo de 2013

¡Basta!

Hoy estuve en un taller de sexismo en la publicidad con Ana Medrano. (¡Gracias Ana!)

La conclusión (personal) más clara, y a mi entender la más importante es hacernos cargo del asunto. Ser conscientes de cuán importante es la publicidad en nuestras vidas; cómo influye en nuestros pensamientos desde que somos niñas y niños, y cómo sigue haciéndolo de mayores. Es más, aún siendo conscientes, es una idea tan arraigada que es difícil erradicarla incluso a nivel individual. Un claro ejemplo de ello es la espeluznante frase, y aún más cuando se dice con orgullo de: "Mi marido me ayuda en casa". Reflexionad el matiz.


La publicidad no es sólo el reflejo de la sociedad, sino que la determina. No os creáis que las y los que nos cuestionamos este tipo de cosas nos libramos de su influencia, nada más lejos de la realidad. A menos que te sientes a estudiar con detenimiento qué conceptos nos están metiendo en la cabeza, no somos capaces de apreciar todos los matices sexistas que se dan en la sociedad. Y no precisamente porque sean  sutiles, sino porque nos hemos acomodado a esta situación, nos hemos acostumbrado a vivir rodeadas y rodeados de ellos y lo que es peor, con este pensamiento. Hasta el punto de intentar justificar lo injustificable, y de ver normal algo denigrante.


Decidme ¿cuántos anuncios de productos de limpieza,por ejemplo, son protagonizados por hombres? ¿Cuántos anuncios de productos de hombres hay que no usen a la mujer como un mero objeto sexual? ¿Cuántos anuncios de productos de belleza o productos para adelgazar son protagonizados por mujeres reales? Me atrevo a decir que una minoría. Os lanzo la piedra de la curiosidad ;) 

Dejo una lista de reproducción con varios anuncios sexistas, para quién esté interesada o interesado


Está claro que la publicidad ha influido en todos y todas nosotras, infundiendo un modo de vida y unos estereotipos inviables e inadmisibles. En absoluto la mujer debe ser la “encargada” de la casa, ¡y mucho menos sentirse orgullosa de llevar la casa, los niños, el trabajo y al marido para adelante! (¿por qué responsabilizarse de lo que no le corresponde?), en absoluto la mujer debe cuidar su cuerpo para parecer más joven o para no tener imperfecciones (¿ante quién queremos ser así?), en absoluto debe pensar que el éxito solo lo conseguirá si es guapa, tiene un pelo precioso y unas piernas de infarto (¿para quién?), en absoluto debe permitir que se le trate como un ser inferior incapaz de desarrollar actividades “propias de hombres",  en absoluto se debe entender como natural que lleven a cabo los deseos de los demás. Esto y una larga lista de sinsentidos están fuertemente arraigados en la sociedad. Y sí, no hablo de la sociedad de hace 40 años, hablo de la sociedad de hoy en día.

Sin embargo el mensaje que os quiero hacer llegar no va por este camino. Mi conclusión va por el camino más “optimista”, por decirlo de alguna manera.
Igual que la publicidad es capaz de influir en nosotros y nosotras negativamente, me gustaría pensar que también podría hacerlo de manera positiva; pero obviamente ocurre lo de siempre: NO SE QUIERE. En este “primer mundo”, donde prima el consumismo y el materialismo no interesa cambiar ese pensamiento. 

Señoras y señores publicistas, empresarias y empresarios, aquellos y aquellas que tengáis un mínimo de escrúpulos, un mínimo de humanidad y un mínimo de solidaridad no permitáis que este tipo de publicidad salga a la luz. 

Como sabemos que ese camino es prácticamente inviable, salvo en casos excepcionales, ciudadanas y ciudadanos, seamos personas críticas con lo que nos echan encima y denunciemos de alguna manera este tipo de publicidad. Intentemos entre todas y todos que esta herramienta no sea de destrucción sino de construcción. Usadla para la formación de una sociedad igualitaria y justa, y no para fomentar una sociedad patriarcal, arraigada en el machismo.

Hoy Ana nos enseñó este anuncio y me encantó. Es un ejemplo de que sí se puede vender un producto y obtener beneficios haciendo una publicidad no sexista:


(Os pongo enlace  porque parece que está dando problemas el vídeo)

Como veis una iniciativa que se preocupa más de las manchas de la sociedad que de las manchas de la ropa. Aún así, aumentó sus ventas en un 20.7%, lo cual demuestra que no es incompatible un aumento en el volumen en ventas y una publicidad educativa. 

Hoy conocí el Observatorio Andaluz de la Publicidad. Esta iniciativa del Instituto Andaluz de la Mujer pretende ser un instrumento de concienciación social. Su objetivo no es solo la denuncia, sino el seguimiento de un nuevo discurso publicitario no sexista, concienciar a los profesionales de la publicidad y sobre todo generar pensamiento crítico y formado en la población

Aquí  tenéis un enlace donde os facilitan un formulario para denunciar aquellos anuncios que fomenten el sexismo.



Espero que os haya gustado la entrada, y sobre todo, espero haber sembrado la semilla de la crítica y la indignación ante este la publicidad con connotaciones sexistas. Si he conseguido que al menos la próxima vez que veáis la tele o carteles publicitarios, meditéis sobre el tema, me doy por satisfecha :)

Y de nuevo, Ana, ¡muchas gracias por el taller y por la info!


¡Que paséis muy buena semana, y a las y los que estéis de exámenes mucho ánimo y suerte!

domingo, 21 de abril de 2013

Otro mundo es posible

Hola a todas y a todos. Después de haber leído decenas de veces estas palabras de Eduardo Galeano, siguen emocionándome, y no puedo permitir que no aparezcan en mi blog. A lxs que ya las habíais leído, volved a disfrutarla. A lxs que no las leyeron nunca, advertiros que os va a encantar.
Aquí os lo dejo. Besos y que lo disfruten :)


¿Qué tal si clavamos los ojos más allá de la infamia, para adivinar que otro mundo es posible? 


  • El aire estará limpio de todo veneno que no provenga de los miedos humanos y de las humanas pasiones.
  • En las calles, los automóviles serán pisados por los perros.
  • La gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor.
  • El televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o la lavadora.
  • Se incorporará en los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir, no más.
  • En ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a hacer el servicio militar, sino los que quieran hacerlo.
  • Nadie vivirá para trabajar, sino que se trabajará para vivir.
  • Los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas.
  • Los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas. 
  • Los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos.
  • Los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas.
  • La solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo.
  • La muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero.
  • La comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio; porque la comida y la comunicación son derechos humanos.
  • Nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión.
  • Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle.
  • Los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos.
  • La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla.
  • La policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla.
  • La justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda.
  • En Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.
  • La Santa Madre Iglesia corregirá algunas erratas de las tablas de Moisés y el sexto mandamiento ordenará: "Festejarás el cuerpo".
  • La Iglesia también dictará un undécimo mandamiento, que se le había olvidado al Señor: "Amarás a la naturaleza, de la que formas parte".
  • Serán reforestados los desieros del mundo y los desiertos del alma.
  • Los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos se desesperaron de tanto esperar y ellos se perdieron de tanto buscar.
  • Seremos compatriotas y contemporáneos de todo lo que tenga voluntad de belleza y voluntad de justicia, hayan nacido donde haya nacido y hayan vivido donde hayan vivido, sin que importe ni un poquito las fronteras del mapa ni del tiempo.
  • Seremos imperfectos, porque la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses.
  • Pero en este mundo chambón y jodido, seremos capaces de vivir cada día como si fuera el primero, y cada noche como si fuera la última.
(Eduardo Galeano)


viernes, 29 de marzo de 2013

Vivo por mí

Buenas tardes mundo. Hoy pinta no muy buen día, o sí. Todo depende del punto de vista en el que lo miremos, el estado de ánimo en el que nos encontremos. Personalmente he pasado en lo poco que llevo de día por muchos estados de ánimo, alternados.

Hoy me desperté un poco enferma, y conforme va avanzando el día me hace recordar. Me hace echar de menos otros momentos de mi vida, en los que tenía independencia, en los que mi pareja me cuidaba como una reina, en los que podía pasarme el día entero haciendo lo que me apeteciera sin tener ningún sentimiento  de culpabilidad por no ayudar en casa. Todo eso hoy lo echo de menos. Echo de menos eso y le echo de menos a él. Porque nuestra relación era una bonita relación, era una relación perfecta, tenía todo lo que quería e incluso más de lo que me merecía, sus cuidados, sus mimos, su forma de cuidarme... Todas esas cosas hoy las echo de menos, no por lo que eran las cosas en sí, sino por lo bien que te hace sentir el saber que otra persona está ahí para cuidarte como lo ha hecho tu familia siempre, pero con un aliciente, ese cariño es algo que tú misma has conseguido, con tu propio amor.

¿Cómo sentirse con eso? Pues bien, por un lado me siento triste, triste por no tenerlo ahora, o no tenerlo como me gustaría, por haber perdido algo que no sé si algún día volverá, por haber perdido esa forma de vida, esa independencia, ese día a día con tu pareja, esa libertad para organizarte. Pero estoy convencida de que todo eso volverá, y seguramente mejorado por todo lo que he aprendido en este tiempo.
Por otro lado debo estar agradecida, por haber encontrado a personas que me han querido tantísimo, por haber aprendido tanto de ello, por haber tenido la  oportunidad de vivir esa experiencia y por haber tenido y tener a alguien a quien darle esos sentimientos.

Ahora mi vida toma otro rumbo, un rumbo "raro", como una especie de retroceso que no es tal. Porque al parecer ha llegado el momento. Ha llegado el momento de "desprenderse" de todas esas cosas que creo que son necesarias en mi vida, y centrarme en mí, en mí misma, en conocerme, en estar a gusto conmigo, en disfrutar de mi vida, de cómo soy, y de la gente que me rodea en mi día a día, en mis sentimientos, sobre todo en mis buenos sentimientos, potenciar lo bueno, aplacar lo malo, dejar que los buenos pensamientos fluyan solos como fluyen los malos a cada momento, no dejar que nada me quite la sonrisa, dejar de llorar a cada momento por cualquier tontería. Ya no me vale el "aunque no lo haga por mí, lo haré por ti, estaré bien por ti". NO, eso ya no funciona, eso ya no me sirve. Lo haré por mí, porque me quiero y porque solo tengo una oportunidad: mi vida. Eso sí, si logro reponerme, si logro estar bien conseguiré todo lo que me proponga, al menos conseguiré la fuerza que necesito para intentarlo. Y lo primero será lo que más deseo: agradecerte, agradecerte todo lo que me das, tu apoyo, comprensión, tus consejos, tu aguante, tu paciencia, tu amor, y disfrutar una vida entera a tu lado.

Os dejo una canción que, volviendo a casa en el coche, me hizo sonreír. Hoy puedes, hoy podemos "conquistar el cielo sin pensar lo lejos que queda del suelo"

http://www.youtube.com/watch?v=1VH6LG2WDD4

domingo, 24 de febrero de 2013

Coge aire y vive

A veces es difícil explicarle a alguien cómo te sientes, incluso saber tú mism@ lo que sientes, lo que te hace estar mal, lo que te satura, lo que te hace perderte en la vida.

Y es que cuando estás mal, todo te parece un mundo, tu mente se encarga de exagerar todo lo que te pasa, de ver lo malo donde no lo hay (o donde no hay tanto malo) y eso te hace estar peor. Es la pescadilla que se muerde la cola.


Hay que salir aunque sea un instante a la superficie y observarlo desde fuera, y recapacitar y convencerte de que no va tan mal, de que no es todo tan negro como lo has estado viendo todo este tiempo.
Lo complicado es eso, salir a la superficie; tener el valor y las fuerzas suficientes para salir a coger aire, para salir y contemplar, para limitarte a ver y no sentir durante unos instantes. Yo soy la primera que aún no lo he conseguido.
Pero lo peor que podemos hacer es dejar de luchar por ello, porque si no intentamos resurgir seguro seguro que nos hundimos. No nos agobiemos con el peso del mar que tenemos encima, no pensemos que nos queda poco oxígeno, no nos sintamos mal por tener pocos pulmones y aguantar poco tiempo sin respirar. ¡¡ESO NO!!
Vamos a contemplar el fondo del océano cuando estemos abajo, disfrutemos del tacto, de las sensaciones, de lo agradable de la experiencia, y cuando nos quedemos sin oxígeno y toquemos fondo, usémoslo para impulsarnos a salir a la superficie, coger aire y volver. Si no cogemos aire nos quedaremos ahí, en el fondo. Nos podrán sacar algún día, pero si lo hacen, ya habremos perdido NUESTRA vida.

Buenas noches amig@s, espero que a alguien le sirva la reflexión. Buena semana y mucho ánimo^^

domingo, 17 de febrero de 2013

La revolución empieza en ti


Prometí una entrada comprometida  a ver si saco algo de lo que tengo dentro; estoy segura de que saldré criticada pero es lo que pienso. 
Todo esto lo llevo rumiando desde la semana pasada, pero estaba de exámenes y no quería distraerme con el blog, así que os lo transmito ahora, aunque pueda parecer un poco tarde.

Esta entrada quiero dedicársela a todos vosotros, a todos los que estáis a ese lado, a todos los que veis las injusticias que ocurren a vuestro alrededor y os animo a que si queréis un cambio en esta sociedad debéis empezar por cambiar vosotros mismos y vuestro entorno más cercano, esa es la verdadera revolución.

Es una pena que en este país se tenga miedo a ser socialmente comprometido, se tenga miedo a denunciar una injusticia, se tenga miedo a las consecuencias que ello pueda tener. 
¿Habéis observado? Da miedo hacer el bien, da miedo lo justo. Como diría Eduardo Galeano "Esto es el mundo al revés". 
Pero si seguimos con ese miedo nunca cambiarán las cosas, el miedo alimenta a la bestia y debilita a las víctimas; y sí, en todo esto nosotros somos las víctimas. Sea donde sea, os mováis en el ambiente que os mováis, podéis observar esto sin ningún tipo de esfuerzo. 

No hace falta estar en algo gordo metido, en ningún partido, en ninguna asociación (es más, a veces pienso que cuando estás pendiente de cambiar algo a un nivel superior te olvidas un poco de lo que ocurre en tus inmediaciones), hay que tener la conciencia social en su sitio, hay que mirar por el compañero como nos gustaría que nos miraran a nosotros, hay que buscar un bien colectivo y no un bien individual. Eso sí, debes estar preparado para no venirte abajo cuando lo que haces no es agradecido, o no se tiene en cuenta. No obstante esta no debe ser nunca la finalidad con la que hacéis lo que hacéis. Porque cuando por lo que lucháis sale adelante, cuando se hace justicia y se consigue el objetivo, es una de las mayores satisfacciones que podéis tener. Y fijaos cuán bondadoso puede llegar a ser el ser humano, si esta lucha se hace con el corazón no os vais a alegrar no por un bien individual (muchas veces esta lucha ni siquiera os reportará beneficio), sino os vais a alegrar por un bien ajeno, y ahí está la más pura satisfacción.

Este "consejo revolucionario" me ha recordado las palabras para mí bastante valiosas (aunque hubiera dicho mucho más) de Beatriz Talegón. Muchos la tachan de hipócrita, de que no tiene vergüenza, de caradura... (que no digo que no sea así)  pero al final siempre son los mismos. Los que critican esta actitud son los que,  por estar detrás de las siglas que está, la descalifican, y "no porque diga unas palabras bonitas va a llevarse la simpatía del pueblo". 
Señor@s, creo que hemos perdido un poco el norte, estamos atentando contra vuestras propias convicciones con tal de llevarle la contraria al “enemigo”. Os recomiendo pensar en algo más que en vuestras disputas como colectivos y pensar algo más en el bien común que tanto defendéis.
¿A qué coño tenéis miedo? ¿Acaso la actitud no es loable (olvidaos de quién y la intención)? "Que no ha dicho que el problema sea del capitalismo, que no nos vamos a dejar convencer..." ¿Y qué? ¿Acaso no ha puesto en su sitio o al menos en apariencia, a gente con la que tiene mucho que perder, por defender algo que cree justo?  ¡Ojo! Insisto que habría dicho muchas cosas más, pero la actitud debería ser ejemplo para todos, y en cualquier aspecto de la vida. No sé con certeza si es una estratagema, que supongo que sí, pero aún así quedémonos con el hecho en sí.


Perdonad que os diga pero esto es una cosa de niños, qué digo niños, los niños son más inteligentes que todo esto. El pueblo no vencerá mientras no haya unidad, y no habrá unidad mientras pongamos más interés en las cosas que nos separan que en las cosas que nos unen. Así que si esto sirve de algo, dejémonos de historias raras, dejémonos de ideales infranqueables, dejémonos de mirar mal a otro por estar detrás de unas siglas u otras, por pertenecer a un sitio que no me gusta, dejémonos de rivalidades. Vamos a unirnos por el bien que queremos defender, por el bien común, luchemos con el corazón por lo que nos importa a todos, por el bien nuestro y por el bien de un mundo justo en el que nuestros hijos tendrán que vivir. 

Ya me he quedado tranquila, hasta nueva orden :) Os dejo la reflexión y por supuesto admito críticas, que al fin y al cabo, siempre son buenas. 

Que paséis buena noche, y ánimo en vuestra revolución diaria ^^

viernes, 25 de enero de 2013

El fin de la vida, el principio de la subsistencia


Hoy quiero compartir una carta que me marcó leerla en su día, y creo que cualquier persona que la desconozca debería leerla al menos una vez en su vida. Esta carta deja al trasluz la sencillez y belleza de las personas que viven de la mano con la naturaleza, aquellas personas que siempre han valorado más el bienestar, la tranquilidad y la armonía, en el más estricto sentido, que lo material. En estos tiempos que corren de consumismo y capitalismo, deberíamos más de uno plantearnos qué ocurriría si nos tuviéramos que desprender de esas cosas que creemos que nos hacen la vida más fácil, y en qué medida estas cosas están "acostumbrándonos" a no valorar lo que realmente importa. Espero que os guste, que la disfrutéis tanto como yo y sobre todo, que reflexionéis: "¿quién es el salvaje?" ¡Un beso!



Esta es la carta del jefe sioux Seathl al presidente de los Estados Unidos Franklin Pierce tras una oferta del mismo para la compra de unos terrenos pertenecientes la pueblo sioux, a cambio de una reserva. 

"El gran jefe de Washington manda palabras, quiere comprar nuestra tierra. El gran jefe también manda palabras de amistad y bienaventuranza. Esto es amable de parte suya, puesto que nosotros sabemos que él tiene muy poca necesidad de nuestra amistad. Pero tendremos en cuenta su oferta, porque estamos seguros de que si no obramos así, el hombre blanco vendrá con sus pistolas y tomará nuestra tierra. El gran jefe de Washington puede contar con la palabra del gran jefe Seathl, como pueden nuestros hermanos blancos contar con el retorno de las estaciones. Mis palabras son como las estrellas: nada ocultan.

¿Cómo se puede comprar o vender el cielo y el calor de la Tierra? Esta idea es extraña para nosotros. Si hasta ahora no somos dueños de la frescura del aire o del resplandor del agua ¿cómo nos lo pueden ustedes comprar? Nosotros decidiremos en nuestro tiempo . Cada parte de esta tierra es sagrada para mi gente. Cada espina de pino brillante, cada orilla arenosa, cada rincón del oscuro bosque, cada claro y zumbador insecto es sagrado en la memoria y experiencia de mi gente. La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo las memorias de los pieles rojas.

Los muertos del hombre blanco olvidan su país de origen cuando emprenden sus paseos entre las estrellas; en cambio, nuestros muertos nunca pueden olvidar esta bondadosa tierra, puesto que es la madre de los pieles rojas. Nunca podemos olvidarla porque ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el venado, el caballo, la gran águila: estos son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre, todos pertenecemos a la misma familia.

Por todo ello cuando el gran jefe blanco de Washington nos envía el mensaje de que quiere comprar nuestras tierras, nos está pidiendo demasiado. También el gran jefe nos dice que nos reservará un lugar en el que podamos vivir confortablemente entre nosotros. Él se convertirá en nuestro padre y nosotros en sus hijos. Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Ello no es fácil, ya que esta tierra es sagrada para nosotros.

El agua cristalina que corre por ríos y arroyuelos no es solamente el agua, sino también representa la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos nuestra tierra deben recordar que es sagrada, y a la vez deben enseñar a sus hijos que es sagrada, y que cada reflejo fantasmagórico en las claras aguas de los lagos cuenta los sucesos y memorias de las vidas de nuestras gentes. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre.

Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed; son portadores de nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si les vendemos nuestra tierra, ustedes deben recordar y enseñar a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también lo son suyos y, por lo tanto, deben tratarlos con la misma dulzura con que se trata a un hermano.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. Él no sabe distinguir entre un pedazo de tierra y otro, ya que es un extraño que llega de noche y toma de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana, sino su enemiga y, una vez conquistada, sigue su camino dejando atrás la tumba de sus padres sin importarle.

Les secuestra la tierra a sus hijos. Tampoco le importa. Tanto la tumba de sus padres como el patrimonio de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el firmamento, como objetos que se compran, se explotan y se venden, como ovejas o cuentas de colores. Su apetito devorará la tierra dejando atrás sólo un desierto.

No sé, pero nuestro modo de vida es diferente al de ustedes. La sola vista de sus ciudades apena los ojos del piel roja. Pero quizás sea porque el piel roja es un salvaje y no comprende nada. No existe un lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ni hay sitio donde escuchar cómo se abren las hojas de los árboles en primavera o cómo aletean los insectos. Pero quizá también esto debe ser porque soy un salvaje que no comprende nada. El ruido parece insultar nuestros oídos. Y, después de todo, ¿para qué sirve la vida si el hombre no puede escuchar el grito solitario del chotacabras ni las discusiones nocturnas de las ranas al borde del estanque? Soy un piel roja y nada entiendo. Nosotros preferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque, así como el olor de ese mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado por aromas de pinos.

El aire tiene un valor inestimable para un piel roja, ya que todos los seres compartimos un mismo aliento: la bestia, el árbol, el hombre, todos respiramos el mismo aire. El hombre blanco no parece consciente del aire que respira, como un moribundo que agoniza durante muchos días es insensible al hedor. Pero si le vendemos nuestras tierras deben recordar que el aire no es inestimable, que el aire comparte su espíritu con la vida que sostiene. El viento que dio a nuestros abuelos el primer soplo de vida, también recibe sus últimos suspiros. Y si le vendemos nuestras tierras, ustedes deben conservarlas como cosa aparte y sagrada; como un lugar donde el hombre blanco puede saborear el viento perfumado por las flores de las praderas.

Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla, yo pondré condiciones: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos. Soy un salvaje y no comprendo otro modo de vida. He visto miles de búfalos pudriéndose en las praderas, muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no entiendo cómo el caballo de hierro que fuma puede ser más importante que los búfalos que nosotros matamos sólo para sobrevivir.

¿Qué sería del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el hombre también moriría de una gran soledad espiritual, porque lo que les sucede a los animales también le sucederá al hombre. Todo va unido. Todo lo que hiere a la Tierra también herirá a los hijos de la Tierra. Nuestros hijos han visto a sus padres humillados en la derrota. Nuestros guerreros han sentido la vergüenza. Y después de la derrota convierten sus días en tristezas y ensucian sus cuerpos con comidas y bebidas fuertes.


Importa muy poco el lugar donde pasemos el resto de nuestros días. No quedan muchos. Unas pocas horas más, unos pocos inviernos más y ninguno de los hijos de las grandes tribus que una vez existieron sobre estas tierras o que anduvieron en pequeñas bandas en los bosques quedarán para lamentarse ante las tumbas de una gente que una vez fue poderosa y tan llena de esperanza. Una cosa nosotros sabemos y que el hombre blanco puede algún día descubrir. Nuestro Dios es el mismo Dios. Usted puede pensar que ahora usted es dueño de él, así como usted desea hacerse dueño de nuestra tierra. Pero usted no puede. Él es el Dios del Hombre. Y su compasión es igual para el hombre blanco que para el hombre piel roja. Esta tierra es preciosa para Él, y hacerle daño a Tierra es amontonar desprecio hacia su creador. Los blancos también pasarán-tal vez más rápidos que otras tribus-. Continúe ensuciando su cama y alguna noche terminará asfixiándose en su propio desperdicio. Cuando los búfalos sean todos sacrificados, los caballos salvajes todos amansados y los rincones secretos de los bosques se llenen con el aroma de muchos hombres y la vista de las montañas se colme de esposas habladoras, ¿dónde estará el árbol? Desaparecido ¿dónde estará el águila? Desaparecida. Es decir, adiós a lo que crece, adiós a lo veloz, adiós a la caza. Será el fin de la vida y el comienzo de la subsistencia. Nosotros tal vez entenderíamos si supiéramos qué es lo que el hombre blanco sueña; que esperanzas les describe a sus niños en las noches largas del invierno.; qué visiones queman su mente para que ellos puedan desear la mañana. Pero nosotros somos salvajes. Los sueños del hombre blanco están ocultos para nosotros, y porque están escondidos, nosotros iremos por nuestro propio camino. Si nosotros aceptamos, será para asegurar la reserva que nos han prometido. Allí tal vez podremos vivir los pocos días que nos quedan, como es nuestro deseo.

Cuando el último piel roja de la tierra y su memoria sea solamente la sombra de una nube cruzando la pradera, estas costas y estas praderas aún contendrán los espíritus de mi gentes, porque ellos aman esta tierra como el recién nacido ama el latido del corazón de su madre. Si nosotros vendemos a ustedes nuestra tierra, ámenla como nosotros la hemos amado. Cuídenla como nosotros la hemos cuidado. Retengan en sus mentes la memoria de la tierra tal y como estaba cuando se la entregamos. Y con todas sus fuerzas, con todas sus ganas, consérvenla para sus hijos y ámenla, así como Dios nos ama a todos. Una cosa nosotros sabemos: nuestro Dios es el mismo Dios de ustedes, esta tierra es preciosa para Él. Y el hombre blanco no puede quedar excluido de un destino común."

miércoles, 12 de diciembre de 2012

"Soy responsable de mi rosa..."

Os dejo, para mi gusto, uno de los mejores fragmentos del libro. Los que lo hayáis leído y os guste lo disfrutareis de nuevo; los que no, podréis ser conscientes de la belleza que entraña este cuento. Espero que os guste :)


Fragmento de El Principito
Autor: Antoine De Saint-Exupéry

Entonces apareció el zorro.
-Buenos días -dijo el zorro.
-Buenos días -respondió cortésmente el principito, que se dio vuelta, pero no vio nada.
-Estoy acá -dijo la voz- bajo el manzano...
-¿Quién eres? -dijo el principito-. Eres muy lindo...
-Soy un zorro -dijo el zorro.
-Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-. ¡Estoy tan triste!...
-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-. No estoy domesticado.
-¡Ah! Perdón -dijo el principito. Pero, después de reflexionar, agregó:
-¿Qué significa «domesticar»?
-No eres de aquí -dijo el zorro-. ¿Qué buscas?
-Busco a los hombres -dijo el principito-. ¿Qué significa «domesticar»?
-Los hombres -dijo el zorro- tienen fusiles y cazan. Es muy molesto. También crían gallinas. Es su único interés. ¿Buscas gallinas?
No -dijo el principito-. Busco amigos. ¿Qué significa «domesticar»?
-Es una cosa demasiado olvidada -dijo el zorro-. Significa «crear lazos».
-¿Crear lazos?
-Sí -dijo el zorro-. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...
-Empiezo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor... Creo que me ha domesticado...
-Es posible -dijo el zorro-. ¡En la Tierra se ve toda clase de cosas...!
-¡Oh! No es en la Tierra -dijo el principito. El zorro pareció muy intrigado:
-¿En otro planeta?
-Sí.
-¿Hay cazadores en ese planeta?
-No.
-¡Es interesante eso! ¿Y gallinas?
-No.
-No hay nada perfecto -suspiró el zorro. Pero el zorro volvió a su idea:
-Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas domesticado, ¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo...
El zorro calló y miró largo tiempo al principito:
-¡Por favor... domestícame! -dijo.
-Bien lo quisiera -respondió el principito-, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
-Sólo se conocen las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes. Pero como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!
-¿Qué hay que hacer? -dijo el principito.
-Hay que ser muy paciente -respondió el zorro-. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente volvió el principito. -Hubiese sido mejor venir a la misma hora -dijo el zorro-. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
-¿Qué es un rito? -dijo el principito.
-Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro-. Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días: una hora, de las otras horas. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. El jueves bailan con las muchachas del pueblo. El jueves es, pues, un día maravilloso. Voy a pasearme hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se acercó la hora de la partida:
-¡Ah!... -dijo el zorro-. Voy a llorar.
-Tuya es la culpa -dijo el principito-. No deseaba hacerte mal pero quisiste que te domesticara...
-Sí-dijo el zorro.
-¡Pero vas a llorar! -dijo el principito.
-Sí-dijo el zorro.
-Entonces, no ganas nada.
-Gano -dijo el zorro-, por el color de trigo. Luego, agregó:
-Ve y mira nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver nuevamente a las rosas:
-No sois en absoluto parecidas a mi rosa: no sois nada aún -les dijo-. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como era mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron bien molestas.
-Sois bellas, pero estáis vacías -les dijo todavía-. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que es ella la rosa a quien puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con el biombo. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa a quien escuché quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Puesto que ella es mi rosa.
Y volvió hacia el zorro:
-Adiós -dijo.
-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
-Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el principito, a fin de acordarse.
-El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
-El tiempo que perdí por mi rosa... -dijo el principito, a fin de acordarse.
-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
-Soy responsable de mi rosa... -repitió el principito, a fin de acordarse.